Hoy es el último día del año y seguramente en algún momento de la mañana, de la tarde o de la noche, nos paremos a hacer un balance de nuestro 2014. Y lo más probable es que cuando lo hagamos, nos demos cuenta de los miles de errores que hemos cometido, pero también, pensaremos en todo aquello que hemos dejado escapar.
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Dejar escapar cosas es algo que se nos da muy bien, sobre todo porque nos pasamos el 90% de nuestro tiempo pensando en actuar "correctamente". Esto es algo que me ha hecho gracia siempre pero que a la vez he sido tan idiota de actuar así. La mayoría de nosotros vivimos la vida de acuerdo a estereotipos que acabamos por convertir en normas sociales que, alguien alguna vez, decidió inventarse y establecer como códigos de conducta. Esas normas absurdas rigen a una infinidad de personas que en vez de vivir la vida como a ellos les apetece, prefieren ser fieles a lo que socialmente está bien. Y es que quién no se ha guiado alguna vez por esas normas sociales por miedo a lo que piensen los demás:
- Si os acostáis en la primera cita no será ni la madre de tus hijos ni el padre de tus hijos
- Si os acostáis en la primera cita, jamás será la persona con la que te cases
- Los hombres y las mujeres no pueden ser amigos
- No os podéis besar hasta la tercera cita
- Si quedas en una discoteca a partir de las 4 de la mañana es para pillar
- Las mujeres deben llegar siempre diez minutos tarde
- En casa de vuestros padres debéis dormir separados hasta que os caséis
- No puedes irte a vivir con tu pareja hasta que te cases
- Las mujeres tienen que cocinar y los hombres deben saber hacer los arreglos de las casa
- Si una mujer tiene un buen puesto en su trabajo es porque se ha tirado a alguien
- Si un chico llora viendo una película es gay
- Las únicas comedias románticas que ven los hombres son las películas porno
- Los chicos siempre tienen que invitar a las chicas
Lo peor es que cuando lo ves escrito suena tan absurdo que da vergüenza pero es REAL. Es real que nos guiamos por normas de conducta y estereotipos estúpidos, en vez de guiarnos por lo que nos apetece hacer en cada momento.
El otro día le pregunté a amigos casados si se habían acostado en la primera cita, y de 5 matrimonios fueron cuatro los que me respondieron: por supuesto. Y no digo que deba ser así, digo que si te apetece lo haces y si no te apetece, pues a otra cosa mariposa. Porque el que te guste alguien no es delito y hacer el amor no es ningún pecado. Que es demasiado aburrido tener que andar justificando lo que nos pide el cuerpo o lo que es peor, lo que nos pide el corazón.
Pero a eso le sumo que en mi caso, por ejemplo, el 70% de mis amigos son chicos y que mis amigos lloran viendo películas y hasta el Diario de Patricia y que en mi casa cocina mi padre. Y es que no debe haber nadie en tu vida que te diga si esto es correcto o no, porque tú debes ser la única persona que decida lo que está bien en tu vida. Obviamente si te gusta matar perros o insultar a los ancianos no te voy a decir que hagas lo que te apetezca, es decir, haz lo que te apetezca siempre que no esté penado en el Código Penal. Y seguramente te tropieces con miles de personas que ven mal tu forma de vivir pero como dice una amiga: ¿qué aburrida sería la vida si le cayéramos bien a todo el mundo, no?
El mismo día que hablé con mis amigos casados, la novia de un amigo a la que aprecio mucho y de la que admiro su forma de pensar y de ver la vida, me sentó y me dijo: ¿tú también quieres ser de ese tipo de personas que no vive sino que sólo piensa? Mi respuesta obviamente fue un NO rotundo. "Debemos guiarnos por nuestros sentimientos y nuestro corazón, me decía, pero no sólo me refiero al amor, me refiero a la vida en general, al trabajo, a la familia, a los amigos, a todo. Tenemos tanto miedo a sentir que preferimos hacer lo que todos esperan que hagamos: lo correcto. Pero nadie se para a pensar qué es lo correcto, porque es más fácil guiarse por lo que otros ya han establecido como correcto. Y ojo, que no te digo que no sea una buena opción pero yo para mi gente no la quiero, yo para mi gente quiero que vivan hasta que se le gasten las manos de aplaudir, la boca de reír, los ojos de mirar..."
Y después de aquella charla pienso el motivo por el cual cuando vamos a hacer algo que nos apetece, en vez de hacerlo sin más, nos dedicamos a pensar si estará bien visto ¿Bien visto? Como si el día que nos muramos alguien nos fuera a pasar lista para ver si hemos hecho lo correcto toda nuestra vida. Pues mira que te diga, este 2015 olvídate de los propósitos de toda la vida que no vas a cumplir, este 2015 el propósito que vamos a tener es que nos van a dar pereza la gente correcta, la gente que hace sólo lo que está bien visto, la gente que piensa las cosas mil veces antes de hacerlas, la gente que se queda con las ganas sólo por el qué dirán, la gente que no tiene el valor de decir la verdad, la gente que juega contigo para después darte una patada: ¡Saca a esa gente de tu vida! Este 2015 vamos a hacer lo que nos apetezca siempre que respetemos a los demás, vamos a vivir la vida a nuestra manera, nos va a dejar de importar lo que los demás opinen, vamos a reír hasta que no nos queden fuerzas, vamos a besar cuando nos apetezca y besaremos hasta que se nos gasten los besos, y abrazaremos fuerte muy fuerte y los hombres cocinaran y las mujeres colgarán cuadros, viajaremos al último rincón del mundo y estudiaremos lo que no fuimos capaces, y haremos aquello que nos dio miedo, y conseguiremos eso que nos dijeron que era imposible, dejaremos de decir date prisa para vivir un poco más el momento, y diremos lo que necesitamos decir sin miedo al qué dirán y nos acostaremos en la primera cita o en la quinta o quizás nunca...
En resumen, este año vívelo y deja de pensarlo, ya habrá tiempo de equivocarnos, que como dice alguien que me encanta "a veces sobran reflejos, a veces falta valor". Porque aquí hemos venido a jugar, porque al final, más vale arrepentirse de lo que hemos hecho que arrepentirse de lo que no fuimos capaces de hacer...
¡FELIZ 2015!