Basado en hechos reales: Tienes un moco

Abro el armario y empieza esa indecisión de qué ponerte para no morir en este infierno de verano. Porque puede que haga menos quince grados o setenta grados a la sombra, nunca lo sabrás, hasta que no salgas a la calle y ya sea tarde para llevar la ropa adecuada al día que toca. Tenemos una fiesta de tarde, así que me pongo un top de encaje, unos shorts deshilachados y unos tacones. Raya en el ojo, labios fucsias y un moño bajo. 

Salgo a la calle y mis amigas están en la puerta con cara de todo menos de fiesta. A estas horas nosotras estamos viendo la película de Antena 3 de por la tarde, siempre fuimos más gatos nocturnos. Tampoco sabemos quién estará allí, así que entramos al local con pocas ganas. De repente un apretón de manos de Sofía me hace estar alerta. Soy ciega así que sé que hay alguien pero empieza el juego de voy a hacer como que no miro pero miro y a ver si hay suerte y mis lentillas hacen su función. Y de repente, le veo. Joder, es demasiado guapo. Me tiemblan las rodillas como cada vez que le veo. Esa sonrisa debería estar prohibida y su brazo no me hace pensar en ir con él a hacer la compra precisamente. Mis amigas se ríen porque saben que en dos segundos empezaré a tartamudear o que me esconderé debajo de una silla para no tener que saludarle nunca. TARDE.

- Guapo, listo simpático y fuerte: ¡Oye, niña!

- Yo (media vuelta, cabeza bajo tierra)

- Guapo, listo simpático y fuerte: No te hagas la loca que es a ti

- Yo: ¡Ay, perdona! No te había visto (bueno solo llevo tres horas babeando mientras escucho tu acento andaluz y pienso en qué nombre le pondremos a nuestros hijos)

-  Guapo, listo simpático y fuerte: Estás muy guapa hoy

- Yo (taquicardia, tartamudeo y un rezo a Buda deseando decir algo coherente): Tú tampoco estás mal hoy

Guapo, listo simpático y fuerte se ríe y empezamos una conversación. Tartamudeo lo normal y consigo unir palabras conexas y hacer frases con sentido. Me habla y le miro como si el mundo se hubiera parado a mi alrededor. El que reparte la belleza debe ser un valiente cabrón porque con algunos se emplea con el cincel a fondo y con otros los debe hacer con veinte gin tonics encima. El tiempo pasa rápido y yo podría quedarme allí toda la vida, hasta que una amiga me pincha mi mundo de corazones y unicornios:

- Amiga rompe ilusiones: Gordi tenemos que irnos

Me despido de él como si tuviera que irme a hacer trabajos forzados a Siberia. Pero estoy súper feliz de haber sido capaz de haber mantenido la compostura durante 30 minutos. Sí, hablamos 30 minutos. 

30 minutos

30 minutos

30 minutos

- Yo: Tía, le amo. Padre de mis hijos. Con ese acento, con ese brazo, con esa conversación, con ese todo. Me caso con él, te lo digo. O sea, me muero. Menos mal que me he puesto mona hoy.

Mi amiga rompe ilusiones me mira con cara de circunstancia y yo no entiendo nada porque debería estar feliz por mi. Me sigue mirando fijamente y se lleva las manos a la cabeza.

- Amiga rompe ilusiones: Gordi, ¿cuánto llevas hablando con él?

- Yo (corazones en los ojos): 30 minutos 

- Amiga rompe ilusiones: Pues tienes un moco. Llevas hablándole 30 minutos con un moco en la nariz. Tía tienes un jodido moco.

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